AFGANISTÁN
¿Qué tal? ¿Cómo está usted? ¿Bien? ¿Vos cómo andás? Repasá. Repasá las cosas que tengas que repasar. Tenés que esforzarte, sino después las cosas se complican. No lo dejemos para tan adelante porque si no después las cosas se complican. Bueno, les comento, paso a comentar. Leía el otro día un artículo internacional interesantísimo de expertos norteamericanos en defensa, que nos traen una muy mala noticia. Contra lo que se cree, Estados Unidos de Norteamérica, que en este momento tiene desembozadamente, sin embozo alguno, dos guerras declaradas, una en Afganistán, otra en Irak, en ninguna está triunfando. En ninguna. Pero para mejor, en Afganistán, en donde está desde hace más tiempo, resulta ser que las cosas se complican porque quienes combaten, los mujaidines, de líneas distintas, de internas distintas, en la inmensa interna musulmana, sin embargo, en esta difícil complejidad muy difícil de entender para alguien de Occidente, tienen una sola decisión: “este hombre que viene a invadirnos se tiene que ir.”
Saben además que no tienen mandato de Naciones Unidas. Saben que fue una virtual invasión. Saben que vienen con mandato de la OTAN, pero la OTAN es un pacto de defensa, de muy relativa o ninguna validación en cuanto a derecho internacional. Otra cosa es Naciones Unidas, que da mandato de separar fuerzas, no de intervenir, salvo que haya un Estado que haya actuado sobre otro. Y entonces en el combate, en el lugar, está combatiendo gente cada vez más joven, cada vez más determinada, que no obedece a sus mandos superiores. Insisto, eran muy chiquitos, casi no tenían ni idea de la primera invasión, la de Rusia, la de la Unión Soviética. No tenían ni idea del comienzo de este combate, pero después, cuando vieron este nuevo combate, decidieron que valía la pena, no importaba la facción, que fueran todos contra el invasor. Por lo tanto el combate se hace cada vez más duro. El combate se hace cada vez más cruento. El combate se hace cada vez más impío. Y esto es una pésima noticia para la causa de la paz y una peor noticia para aquellos que diseñan el mundo sobre un tablero. Que siguen jugando con el tablero. El tablero en la realidad sirve para poco y nada. Por no decir sinceramente de nada. Otro día le cuento otro tema de nivel internacional.