SARKOZI Y LOS VELOS
¿Qué tal?¿Cómo le va?¿Cómo está usted?¿Bien?¿Cómo andás vos?¿Cómo andan tus cosas?¿Leyendo algo?¿Estudiando un poco más? Ojalá, por favor. Que la radio te acompañe, pero no dejes de hacer tus cosas. Y no dejes de estudiar. Vale la pena, aunque parezca que no. Aunque te digan que no.
Aclarado el punto, nos vamos a Francia. Y en Francia hay todo un debate, porque el presidente Sarzozi, (su apellido es húngaro, el Sarkozí es un afrancesamiento típico, donde los franceses afrancesan todo) descubre un nuevo tema como para elevar su imagen. El tema es eliminar el velo que usan los musulmanes, las mujeres musulmanes. Yo le he preguntado a mucha gente si le provoca rechazo, miedo, el que un católico ande con una cruz. O con un rosario. Que un judío ande con un kipá, con la barba típica de ciertos grupos, o con vestimentas muy anticuadas en ciertos grupos de mujeres. La gente a la que le he preguntado me ha dicho: “no, no me molesta, para nada. Yo no lo siento ni lo vivo como una agresión. Son creencias profundas que respeto. No sé si las comparto y hay muchas de las cuales no sé su origen, pero las respeto.”
El velo forma parte de las tradiciones musulmanas, de todas las remas de la inmensa religión musulmana, quizás hoy la más grande del mundo. Si no la más grande, la segunda más grande. Y el presidente Sarkozi hace un detalle, de una estupidez, un incidente mínimo, una mujer es detenida, y la policía dice que por el velo no está manejando bien. Que no podía controlar bien el manejo de su auto. Y le impone una multa de 29 euros. La mujer va con un abogado y hace una contradenuncia diciendo que el velo no tenía nada que ver, que su visión era perfecta, que el velo no le tapaba la visión y que por eso podía manejar perfectamente. Contra respuesta ahora del Estado Nacional Francés: Su marido sería polígamo (porque tenía cuatro mujeres). Esto entre las tradiciones musulmanas no es visto como algo pecaminoso, o malo, o negativo, o como usted lo quiera llamar. Pero además dice que sí (esto podría ser, sí , un delito), utilizó cosas, elementos, ayudas, del servicio social francés. Con eso Sarkozi armó un escándalo que no le puedo explicar. Y con eso se ganaron días y días de ríos de tinta, horas de televisión, minutos de radio, hablando y debatiendo del tema.
Claro. ¿Sabe cuál es el problema de Sarkozi? Que el 66% de la población francesa cree que su gestión no es mala, está rondando lo pésimo. Entonces, tomársela contra una costumbre de una minoría, que en muchísimos casos está perfectamente involucrada con la idea de Francia, con la nación Francia, con la República Francesa, es una buena manera de ganar tiempo y alentar los vientos para llegar a destino a cualquier costo.
